«’Leer’ el libro de la naturaleza significa ocuparse de entenderla, de interpretarla a través del Lenguaje. En este sentido, aprender una ciencia es aprender su lenguaje.» 

Grupo Federici.

Ya transcurrido un semestre de los laboratorios vivos, las rutinas de cuidado y experimentación de los espacios naturales CI-GIM han resultado muy gratificantes. Hoy día nuestros niños tienen más sensibilidad ante la biodiversidad y un acercamiento más comprensivo a las dinámicas ecológicas que se dan en su entorno.  


Con las prácticas de polinización (en huerta y jardines), algunas especies representativas como la mariposa Cebra (Heliconius charithonius) y las abejas angelitas (Tetragonisca angustula) han incrementado significativamente su población, así mismo, con la incorporación de especies de plantas con flor, se favoreció la frecuencia y diversificación de visitantes polinizadores, tanto vertebrados como invertebrados, algunos de ellos (abejas y avispas, diversos escarabajos, mariposas, libélulas, colibríes y murciélagos). Además, sin duda uno de los logros más valiosos de los laboratorios naturales es el reconocimiento, atención y cuidado que hacen nuestros niños de los estados inmaduros de los polinizadores. Pieza clave para la conservación de las poblaciones naturales.