El pasado sábado, en las instalaciones de nuestro colegio, se llevó a cabo la séptima versión del Preteen Immersion Program, ¡y fue todo un éxito! 35 de nuestros estudiantes de cuarto a séptimo asumieron el desafío de competir e interactuar con pares durante todo el día en una serie de dinámicas que exigían trabajo en equipo y estaban asociadas a juegos lingüísticos, performance, cuentos clásicos, habilidades de búsqueda y deportes, todo en inglés. Este año contamos con 3 invitados especiales de Centro Infantil, quienes se involucraron con mucha facilidad en las actividades tanto espontáneas como dirigidas de la agenda. Con el tiempo, hemos comprobado que este tipo de entornos promueven un uso natural de la lengua que se está aprendiendo, especialmente en ese grupo de edades; adicionalmente, sabemos hoy que la cohesión es la que lleva a los asistentes a sacarle el máximo provecho a la experiencia de inmersión, no los talentos individuales, lo cual está completamente sintonizado con nuestra filosofía institucional. 

En conclusión, estamos felices con lo alcanzado, pero no satisfechos; así que es el momento de encontrar la manera de expandir el horizonte y establecer nuevos desafíos para las versiones venideras, teniendo en cuenta que luego de cada experiencia exitosa, aparecen nuevas exigencias, tal y como también lo ha demostrado su hermano mayor —el Immersion Program— a lo largo de estos últimos 16 años.

Last Saturday, in the school premises, the 7th version of the Preteen Immersion Program was held, and it was a success! 35 students —from 4th to 7th—  took up the challenge to compete and interact with peers during the whole day in a series of dynamics that demanded group work and were associated with linguistic games, performance, classic stories, search skills and sports, but it all had to be done in English. This year we had 3 special guests from Centro Infantil, who got easily involved in the spontaneous and planned activities of the agenda. With time, it has been proved that, on the one hand, these kinds of settings foster a more natural use of the target language, especially at those ages; and on the other hand, that it is the cohesion what leads the attendees to make the most of the immersion experience, not the individual talents, which is completely in tune with our institutional philosophy.

In brief, we are happy with what we have attained, but not pleased; so now is the time to find the way to expand the horizon and make new challenges for the coming versions, taking into account that after each successful experience, new demands come up, just like the big brother of this project —The Immersion Program— can tell within the last 16 years.