La noche me trae una duda. Una duda profunda que se refleja en los espejos de mi alma. Mi mente pregunta ¿Quién soy? Y yo no lo sé. Solo sé que indago sobre los deseos del mundo. Mi alma vaga entre pensamientos sin sentido y preguntas sin respuesta. ¿Quién soy? ¿Qué soy? Solo sé que doy vueltas en la cabeza de los hombres. Solo sé que hablo en mil lenguas y escribo en otras tantas. Soy el mayor alivio de los desterrados y la compañía de los solitarios. Eso soy, una voz pensante.