In Memoriam Guille

Junio 6 de 2020

De la bondad, rectitud y lealtad de Guille no hace falta mencionar nada con palabras. Ellas están grabadas en la memoria viva y agradecida de todos los que hemos compartido con él, así fuera fugazmente, la aventura de la vida. Pero no puede el maestro acallar el insondable estremecimiento que produce su tremenda y paradojal decisión de partir.
Sabemos los maestros que el destino de cada niño que llega a nuestras aulas es una incógnita a la que nunca podremos dar solución; sabemos que cada vivencia, por anodina que parezca, es una cifra que se inscribe en ese secreto inalcanzable que es el alma de cada uno de nuestros discípulos. Nuestra enseñanza no es más que un crisol perenne en el que cada uno de ellos funde sus más íntimas ilusiones, esperanzas, temores, ambiciones, aversiones y demás materiales primarios con que la vida los ha dotado, a fin de destilar los ideales, los valores y los compromisos vitales que, a su hora, tomarán el puesto de mando de su personalidad para enrumbarla hacia el destino personal que nadie, ni uno mismo, sabe a ciencia cierta dónde está.
En la vida diaria de ese TALLER DE IDEALES que hemos construido bajo el nombre de Gimnasio Internacional de Medellín, los maestros hemos hecho el juramento sagrado de no imponer nunca a nuestros muchachos un rumbo, una consigna, una fórmula o un dogma que pretenda protegerlos en el futuro. Nuestro orgullo pedagógico estriba en que cada alumno consiga hacer de sí un ciudadano de bien en consonancia con sus peculiaridades personales. Esto es, que cada uno se comprometa a vivir siempre de acuerdo consigo mismo, honrando los ideales, los principios y valores que cada quien ha forjado en el laboratorio vivo de la pertenencia leal y digna a la comunidad que lo acoge.
Sobreponiéndome al dolor inconmensurable que me significa la pérdida del dilecto discípulo, me aferro a la fidelidad que Guille supo guardar hasta el último y definitivo instante de su existencia a ese principio de la vida auténtica que en su casa y su colegio le enseñamos. No nos es lícito juzgar en ningún sentido su última determinación; sólo nos queda el consuelo de saber a ciencia cierta que es la determinación definitiva de un hombre auténtico.
¡A ese hombre auténtico que fue Guille rindo homenaje!

Guille en el Fashion Art y Concierto 2009