«Lo cotidiano en sí mismo es ya maravilloso. Yo no hago más que consignarlo.»

Franz Kafka

 

En la cotidianidad gimnasiana hay varias cosas que nos diferencian de colegios de todo el mundo: el canto comunitario, la religión, la ética y otras particularidades que generan una pedagogía original y un reto para todos los miembros de la comunidad. Es en este sentido que este protocolo hará énfasis en algunos de esos aspectos, a saber: el taller con padres, la moralidad y la apreciación psicopedagógica.

 

En primer lugar;

«Hay dos productos sustantivos de el taller con padres: se sembró la base de lo que diferencia al GIM de otros colegios y la revolución del SIE GIM» (Ernesto García Posada)

 

Estos productos dan pie para seguir construyendo el mejor colegio del mundo, pero hay que tener en cuenta que la relación con los padres de familia no debe ser de un encuentro cada tres meses, sino que se debe respaldar «el colegio que soñamos»  y el SIE (sistema institucional de evaluación) en el diario vivir y en la vigorosa, activa y fuerte relación del equipo de maestros con los padres de familia.

«El informe del GIM  es un texto (producto) de la más alta calidad científica. Con él estamos garantizando que el alumno no es un número sino que se le conoce.»

(Ernesto García Posada)

 

En segundo lugar, el consejo de jefes en uso de sus facultades ha redactado una carta con la intención de movilizar la comunidad por la senda de la moralidad poniendo en buena práctica el sistema de casillas, que en efecto debe ser respaldado por el equipo de maestros en consonancia con los pulsos que la comunidad manifiesta. Más aún, el ideal de la escuela en cuanto a la moralidad se enmarca es en la búsqueda del bien común por encima del interés particular y los maestros somos los primeros llamados a esta labor, y en efecto, utilizar la información del sistema de casillas para las apreciaciones psicopedagógicas, el proyecto de grupo y para elevar a la comunidad en su moralidad.

 

Para terminar, en la apreciación psicopedagógica los maestros gimnasianos se embarcan en la ardua labor de mostrarle a los padres los hijos que tienen y es, en ese sentido, que la apreciación debe partir de una muy buena mirada que el maestro hace de ese alumno. Siendo así, hay varias cuestiones a tener en cuenta, entre ellas: las apreciaciones deben estar centradas en las expectativas que tienen los alumnos y no las de los maestros y a su vez, los maestros deben tener en cuenta los destinos de esas apreciaciones; los padres, el sujeto y ellos mismos. Ya que en medio de esta relación se ha de formar la alianza psicopedagógica.

 

«Con la alianza psicopedagógica el sujeto logra: emanciparse de los padres y de los maestros y crear sus propios ideales» (Ernesto García Posada)

 

Así pues, en la apreciación psicopedagógicas se debe tener en cuenta la historia de los alumnos a la luz de los aspectos teóricos relevantes para dicha mirada.

 

«Todo maestro registra, organiza y sistematiza las observaciones espontáneas de las conductas de los estudiantes en los diversos espacios de la interacción; pero estas observaciones –por muy sistemáticas que puedan ser en cada docente– resultan dispersas y asistemáticas desde el punto de vista institucional porque carecen de la necesaria unidad de interpretación que se deriva de una hipótesis o una teoría previa acerca del carácter y el destino del estudiante.» [1]

 

 



[1] GARCÍA, Ernesto. El problema del seguimiento individual de los alumnos.