La convivencia estuvo bien, bien en tanto el disfrute personal que socave de ese laboratorio (laboratorio porqué así lo llaman mis directoras) y bien en tanto el goce en general de mis pupilos y de todo mi grupo. Me siento acorde de mi aporte como jefe, digo que supe transmitir mis energías y logre que en mis pupilos el llevar a cabo los trabajos impuestos, fuera algo, lejos de lo tedioso, agradable.

 

 

 

Más a la hora de hacer un balance me quedo corto. Ese adjetivo “bien” tiene doble carácter. Fue provechosa la convivencia, pero me queda a mí un aire de vacío. Espero que sean estas experiencias, puntos de apoyo para una mejor estadía de mirmidones.

 

 

Guillermo Suárez

Jefe